Yakarta (EFE). Una rana “Pinocho”, un primo enano del canguro, un lagarto de ojos amarillos y una paloma tropical gigante son algunos de los sorprendentes hallazgos de un grupo científico en la boscosa y remota región indonesia de Papúa. En total encontraron una veintena de nuevas especies.
“No conocemos el planeta tan bien como pensábamos. Hemos descrito aproximadamente 20 nuevas especies. Y añadiremos algunas más cuando sigamos estudiando las mariposas nocturnas y otros insectos, de los que sabemos muy poco”, explicó el ornitólogo
Bruce Beehler, jefe del equipo de biólogos de campo.
CANGURO EN MINIATURA
El equipo catalogó asimismo un nuevo marsupial enano, una especie de canguro en miniatura que en Australia se denomina comúnmente “wallaby” y pertenece al género Dorcopsulus.
Además, los biólogos lograron fotografiar por primera vez a un marsupial enano extremadamente raro y en peligro de extinción llamado canguro arborícola de manto dorado.
RANA PINOCHO
El descubrimiento “más gracioso” es una pequeña rana arbórea del género Litoria con una protuberancia en el morro que recuerda a la nariz de “Pinocho”, y que se hincha y apunta hacia arriba en la época de celo.
Su descubrimiento fue totalmente accidental, ya que Paul Oliver, uno de los miembros del equipo, se topó con un ejemplar de esta rana sobre un saco de provisiones.
PALOMA IMPERIAL
Beehler destacó asimismo la descripción de una nueva paloma imperial o dúcula de cabeza añil, vientre encarnado y alas de color gris oscuro.
“Quizá el hallazgo más sorprendente es la nueva especie de paloma imperial. Nadie esperaba encontrar una nueva, porque este grupo de aves es muy conocido y presentan pocas variaciones en hábitats reducidos. Fue una sorpresa enorme”, afirma el especialista.
Otros descubrimientos reseñables, además de una docena de insectos, son un murciélago que se alimenta de néctar, una regordeta rata arbórea, un pequeño lagarto de saltones ojos amarillos “que recuerda a una gárgola” y una mariposa negra y blanca emparentada con la especie monarca.
BUENAS NOTICIAS
“Mientras plantas y animales son barridos de la faz de la tierra a una velocidad nunca vista, el descubrimiento de estas increíbles formas de vida es una muy buena noticia”, asegura Beehler.
“Lugares como éste nos demuestran que aún no es tarde para detener la actual crisis de extinción de especies”, agrega el científico.“Ésta es la cuarta vez que estudiamos la biodiversidad de los montes Foja y en todas (las ocasiones) hemos descubierto nuevas especies. Estoy convencido de que los próximos científicos que visiten la zona encontrarán más especies, incluidos mamíferos”, subraya.
Los montes Foja, en el noroeste de
Nueva Guinea , cubren más de 300.000 hectáreas de selva exuberante e inexplorada, un área sin poblaciones ni carreteras que ha recibido el sobrenombre de “mundo perdido”.